No os imagináis las increíbles satisfacciones que me habéis dado... vuestra participación, voluntaria, ha sido siempre la mayor recompensa para el trabajo realizado. Espero que la experiencia haya sido igual de positiva para vosotros que lo ha sido para mí... Sobre todo porque juntos hemos encontrado un nuevo foro, una pequeña salita donde discutir, hablar, soñar, crear... donde el deseo ha llegado a ser realidad: mi deseo era unir la literatura a la vida y con ella a vosotros mismos, y a la vista está, se ha hecho realidad. Aunque esta pequeña salita cierre, siempre nos quedarán los pasillos del aula, los patios, las calles, los espacios dichos y los recónditos, siempre quedará un lugar para seguir soñando que los deseos a veces pueden entrar en nuestra realidad. Gracias a todos los que habéis escrito, y gracias a todos aquellos que silenciosamente habéis leído... también me lo habéis hecho saber. A veces, la lectura silenciosa, conmueve. Gracias repito, a todos. Y ojalá este espíritu continúe... Por si acaso, y como no podía ser de otra forma, os regalo un último poema y esta foto hecha por mí en algún momento desde la ventanilla de cualquier tren, de un viaje a cualquier parte. Los trenes nos traen y nos llevan a lugares (algunos se paran misteriosamente...y abren el hueco de la duda y la reflexión, el espacio de lo que acaso sea indecible). Hoy, este tren ha regresado. Pero el viajero que vuelve, nunca es el mismo que el que parte. Lleva consigo las experiencias del viaje. Nosotros hemos vuelto cargados con un equipaje delicado y que ha recorrido siglos, épocas, autores... Tanta distancia y las mismas inquietudes. Hay cosas que nunca cambian.
Dedicado exclusivamente a todos vosotros, que habéis pasado por aquí.
en este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaina? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar abrir los ojos
descubrir las raices del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de las ruinas del pasado
y los sabios granujas del presente.
Mario Benedetti